Sistema de Evaluación Ambiental fijó plazo hasta el 1 de marzo para presentar observaciones a la iniciativa que se ubicará en Vicente Pérez Rosales esquina Lautaro.
Preocupación mayoritaria de los residentes es la falta de medidas de mitigación vial y compromisos ambientales con el lago Llanquihue y un humedal.
Frutillar, 10 de febrero de 2023.- Hasta el miércoles 1 de marzo de 2023, la ciudadanía tiene plazo para presentar observaciones al proyecto inmobiliario Vicente Pérez Rosales, cuyo inicio de construcción se prevé para noviembre de 2024 en la zona típica de Frutillar Bajo, comuna de Frutillar, región de Los Lagos.
Ello, en el marco del proceso de Participación Ciudadana que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) lanzó el 2 de febrero, y que tiene una duración de 20 días hábiles.
En noviembre de 2022, el grupo de inversionistas integrado por Fuenzalida Capital Investment, Inversiones Urbest e Inversiones Licancabur, a través de la Inmobiliaria Vicente Pérez Rosales, que lidera Rodrigo Fuenzalida Calvo, presentó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
La iniciativa, con un costo de US$23,2 millones, y que se localizará en un terreno de 2,2 hectáreas ubicado en la esquina norponiente de la intersección de las calles Vicente Pérez Rosales y Lautaro, comprende la construcción, durante 24 meses, de 151 unidades (128 departamentos distribuidos en dos edificios de hasta 4 pisos de altura cada uno) más 23 casas (townhouses)) y 201 estacionamientos.
El miércoles 8 de febrero, los representantes del SEA, Sergio Sanhueza, director regional de Los Lagos, y María Elena Correa, evaluadora del Departamento regional de Medio Humano, Participación Ciudadana y Consulta Indígena, encabezaron un taller de apresto y diálogo con los vecinos de Frutillar, para dar a conocer el proceso de Participación Ciudadana.
Al encuentro asistieron el alcalde de la comuna, César Huenuqueo, la concejala Patricia Velásquez, residentes de Frutillar y representantes de la inmobiliaria.
Durante la actividad, María Elena Correa explicó el funcionamiento del mecanismo de participación informada de la comunidad en el proceso de evaluación ambiental.
Posteriormente, uno de los profesionales de las 3 empresas de arquitectura involucradas en el proyecto dio a conocer algunos detalles de este, como que la madera será el material predominante en las fachadas, que las edificaciones se adaptarán a las pendientes naturales del terreno, o que se incorporarán elementos constructivos y ornamentales para respetar la identidad local. Asimismo, estimó la habitabilidad del proyecto para unas 600 personas (4 por unidad).
Tras su exposición, todos los vecinos asistentes manifestaron su rechazo al proyecto, principalmente por el impacto que tendrá en el tránsito (saturado en verano) y en el alcantarillado de Frutillar Bajo (que colapsa en invierno).
“Para llegar al proyecto, o sea, a Vicente Pérez Rosales con Lautaro, hay una sola calle unidireccional: la Vicente Pérez Rosales. Y para salir de allí, solo se puede bajar por Lautaro y tomar la costanera Philippi. O sea, para ir a Frutillar Alto o a la ruta 5 sur, el proyecto solo tiene una calle para circular: la costanera, que no solo tiene congestión en verano, sino todo el año, porque por allí circulan, además de autos, diversa locomoción colectiva y camiones que vienen desde Llanquihue”, dijo un frutillarino asistente a la reunión, quien recordó que la única calle que conecta Frutillar Bajo con la ruta 5 sur es Carlos Richter.
“La inmobiliaria no tiene considerada ninguna medida de mitigación vial efectiva. Solo hablaron de poner balizas, señalética y demarcaciones. Pero, si hay una catástrofe como un incendio o un terremoto, los vecinos que vivimos en las inmediaciones del proyecto no tendremos vías de evacuación expeditas con unas 600 personas en 200 autos saliendo de dicho complejo”, comentó una residente del Edificio Lautaro, ubicado a metros del nuevo proyecto.
Otra gran preocupación de los presentes fue la ambiental, específicamente por la intensión del proyecto de modificar el curso de las aguas superficiales (aguas lluvias) y por no haberse cuantificado el impacto en el humedal aledaño, ni catastrado las especies que viven en él.
“El proyecto considera una modificación del cauce de las aguas lluvias, pero no dice nada de las vertientes naturales de superficie y subterráneas. Además, allí hay un humedal. Toda esa zona es muy verde. Nos llama la atención que se nos diga que el proyecto no va a tener ningún impacto en el área de influencia. Se dijo que tiene factibilidad eléctrica y de alcantarillado, pero actualmente, los que vivimos en Frutillar Bajo, sabemos que ambos servicios están al límite de sus capacidades”, expresó otro residente del condominio Vista Frutillar.
“En la presentación no hablaron nada relacionado con el reciclaje. Tampoco sobre el escurrimiento de barro y material de construcción hacia el lago Llanquihue durante el invierno, arrastrados por las aguas lluvias. Se preguntó por la tala de árboles pero la respuesta fue esquiva. Se nos dijo que los inmuebles serían 100% eléctricos, pero en los Antecedentes del proyecto aparece que habrá empalmes de gas de red y estanques para almacenamiento de gas licuado. Me parece lamentable que, en una zona declarada típica, la inmobiliaria no suscriba, al menos, compromisos ambientales voluntarios, como lo señala en sus Antecedentes”, manifestó un vecino que reside cerca del parque Lavanda.
Tras los comentarios, que obligaron a que la reunión, originalmente programada entre las 19 y 20 horas en la Biblioteca Municipal, se extendiera hasta las 22 horas, el alcalde Huenuqueo informó que el único proyecto vial en carpeta es la ampliación a cuatro pistas de la calle Carlos Richter, lo que, a juicio de los presentes, “no soluciona el loop de tráfico que se produce entre Vicente Pérez Rosales, Lautaro y la costanera Philippi”.
A su turno, el representante de la Inmobiliaria, Rodrigo Fuenzalida Calvo, junto con agradecer las observaciones, que calificó de “catarsis”, recomendó a los presentes que “si tienen problemas con el tráfico, los cortes de luz o el alcantarillado deben organizarse y hacérselo saber a las autoridades y empresas que corresponda”.
Finalmente, María Elena Correa llamó a la ciudadanía a presentar por escrito todas sus observaciones y consultas hasta el miércoles 1 de marzo, para que el SEA las pueda legalmente considerar y responder.
Además, y por la cantidad de inquietudes que hubo, y que los representantes del proyecto no pudieron responder, invitó a difundir la realización de una segunda jornada de diálogo el próximo miércoles 15 de febrero en la Biblioteca Municipal.
Las observaciones se pueden presentar a través del portal de Participación Ciudadana del SEA (https://bit.ly/3RSeIZj), de sus oficinas virtual y presencial, o de la aplicación SEA Móvil, buscando el proyecto inmobiliario Vicente Pérez Rosales de la región de Los Lagos.
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